Voy a describir en las próximas entradas más detalladamente las razas que habitan el mundo de ROC, pero dejare que un miembro de cada grupo cuente su historia.
Belfegora;
Sadhazar del Fuego Primordial.
Y en el principio solo estaba Dios, y sintiéndose solo creo a los Elohim para tener compañía, durante eones los ángeles sirvieron al Padre hasta que les encargó la obra de la Creación. Cada casta angélica se encargó de una parte de tan arduo trabajo.
Hago un pequeño receso para explicar algo: Lo primero que el mito de la Biblia sobre que el tiempo que duro la creación es eso, solo un mito. Aunque tienen más razón en sus teorías los evolucionistas también en algo no están totalmente errados los creacionistas ya que el largo proceso de los avances biológicos y geológicos del universo a lo largo de los eones fue controlado por los Elohim.
Segundo,que aquello que dicen que los ángeles no tienen sexo es también mito;hay ángeles masculinos y femeninos.
Al llegar a la culminación de obra tan magna al crear a la Humanidad,el Padre dio las directrices que deberían seguir en su trato con los humanos; amarlos como amaban al Padre y no revelar su presencia ante ellos.
El problema surgió cuando algunos Elohim, viendo el potencial sin aprovechar de la especie recién creada decidieron enseñarles conocimientos solo en posesión del Padre y los Elohim; para que estuviesen completos y pudiesen servir al Padre ensalzandolo mejor. Pero esa decisión violaba la segunda directriz.
La consciencia les dio una nueva óptica a los hombres, los
Elohim desplegamos todas nuestras posibilidades para perfeccionar al hombre en
un mundo perfecto; pero eso no le gustó a nuestro Padre, o al menos eso nos dio
a entender; tal vez el plan inefable de nuestro Padre fuera ese. Les dimos a
conocer nuestra lengua y la forja; aunque esto último fue borrado del conocimiento
de las posteriores ramas de las que derivó la tribu de Set, la cual gracias
a su mente racial “redescubrió” la
forja.
Algunos de los Elohim yacieron con los humanos dando a luz a los Nefilim,una raza de gigantes; con lo cual tras darles el conocimiento a los humanos y engendrar
a los Nefilim los Elohim regresamos a la Ciudad de Plata junto al Padre después
de pedirle que no se culpara a la Humanidad de los errores que habíamos
cometido.
Una raza interdimensional llamada Ezhar comenzó a manipular
a los Nefilim convenciéndolos que ellos eran los descendientes de los anteriores
dioses y que los humanos eran seres inferiores; por lo cual; los Nefilim libres
del control de sus progenitores se auto proclamaron dioses y gobernaban sobre
la Humanidad haciendo su voluntad; hicieron experimentos genéticos que crearon
en diferentes partes del globo las diversas razas que más tarde se conocieron
como los Nocturnos.
Antes
semejantes despropósitos de los Nefilim decidimos crear una fuerza de choque
para combatir sus desmanes contra la Humanidad; de ser criaturas pacificas
tuvimos que convertirnos en guerreros para proteger a los humanos de aquellos
que habíamos engendrado en la Tierra y de aquellos que les habían corrompido.
En el recién
formado ejercito de los Elohim, los Shadazar fuimos los oficiales y la Hueste fue el grueso del ejercito Elohim.
Tras la
victoria final sobre los Nefilim que condujo a su casi total
exterminación por abusar de los humanos, poco podíamos saber en ese momento que
los Ezhar también habían corrompido a algunos de los nuestros; se alzaron voces
entre los Elohim que pedían el exterminio de las criaturas creadas por
los experimentos de los Nefilim y la devolución de la Humanidad al estado
anterior al momento de entregarles el conocimiento prohibido; el arcángel
Miguel, lugarteniente de Lucifer en la Hueste; fue una de esas voces.
Los Elohim
que habían desobedecido al Creador dándoles el conocimiento nos negamos a ello
y regresamos a la Tierra para proteger a los humanos; pronto una vanguardia de
ángeles al mando de Miguel nos ordenó regresar y asumir las consecuencias de nuestros
actos, al negarnos los rebeldes comenzó una cruenta guerra entre los que
defendíamos a la Humanidad y aquellos que defendían la involución y la
destrucción de las criaturas creadas por los experimentos de los Nefilim.
La tribu de Caín y los mutados lucharon junto a los rebeldes y la Tribu de Abel
luchó del lado de la Hueste; todos los humanos poseían un don que les permitía
ver la autentica forma de sus mecenas; lo que más tarde se llamaría la Visión y
que sería el primer indicio de poderes psíquicos en la Humanidad.
Durante la
guerra Abel; manipulado por los Ezhar intentó matar a Kian y Caín le
asesinó para salvar a su mentor angélico; la guerra fue larga y
sangrienta; viendo que demasiada sangre había sido vertida uno de los líderes
de los rebeldes ordenó la rendición para evitar más destrucción, los perdedores
conocieron el exilio; pero los Nocturnos fueron apresados por la Hueste puesto
que tenían un plan para ellos; usar sus capacidades para cazar y rastrear
rebeldes en el caso de que escaparan del exilio.
Fuimos expulsados de nuestras castas Elohim formando lo que
más tarde serían las castas demoníacas. Y siendo exiliados al infierno como
castigo por nuestra rebelión, los que tuvimos más suerte y no desaparecimos en
la nada; el final de la guerra ha sido considerado por algunos sobre todo por
Miguel un acto de cobardía de Kian, que nos ordenó la rendición.
No fue por
cobardía; él fue el primero en darse cuenta que esa carnicería solo llevaría al
exterminio de Elohim y humanos y que debía detenerse esa locura.
Muchos piensan;
yo incluida; que nuestro destierro se debió más a la guerra que a desobedecer
la orden de nuestro Padre, siempre hemos pensado que fue el castigo más leve
que se le ocurrió para no hacer lo que Miguel pedía.
Miguel habría preferido que todos hubiésemos sido ejecutados
ya que al fin y al cabo es un fanático, aunque pueda que tenga razón ya que los
hijos y las hijas de Dios se cruzaron con algunos nietos y nietas de Adán; el
problema es que los mestizos que nacieron eran gigantes crueles que en muchos
casos fueron déspotas que intentaron dominar a los humanos.
Pero en nuestro exilio recibimos una proposición que no
podíamos rehusar de nuestro amado padre; nos concedió la posibilidad de volver
junto a él; deberíamos elegir a uno entre todos nosotros para que nos
devolviera a nuestro antiguo lugar.
Mientras escuchábamos sus palabras atentamente nuestro amado
padre nos explicó cómo podríamos salvarnos y volver junto a él; El Elegido
debería encarnarse en un cuerpo mortal desde su nacimiento, le daría 6
oportunidades para enmendar nuestro error; si fracasaba en todas las vidas
estaríamos condenados para siempre; debíamos elegir con sabiduría.-
Durante bastante tiempo todos los ángeles caídos deliberamos
para elegir a aquel que se encarnaría en un cuerpo mortal y volver a gozar de
la gracia divina; tras muchas deliberaciones elegimos a Kianel (ese era el
nombre angélico que Kian tenía en la Ciudad de Plata y tras el destierro
renuncio a usar la letras que le hacían ser un hijo digno del Padre; muchos
hicieron eso o cosas parecidas); el comandante en jefe de los Shadazar; la
Guardia del Padre y después eligió a 7 más de nosotros para protegerle en todas
sus vidas.
En esa época descubrimos que a algunos de nosotros la guerra
les había afectado demasiado; tuvimos que enfrentarnos a ellos y encerrarlos en
una prisión en el mismo Abismo; ellos ya estaban totalmente alejados de la
Redención; eran el mal puro.
Esa fue la causa de que creáramos Sheol, la primera prisión
de máxima seguridad formada para contener a esos ángeles consumidos por el mal
y la rabia.
Nuestro objetivo era regresar a casa y evitar que los planes
de Miguel se llevaran a cabo; sabíamos a ciencia cierta que culpaba a los
humanos del desequilibrio y la guerra ocurrida entre ángeles; aunque gracias a
ese acto arrebatara el mando de la Hueste a Lucifer; poco a poco fuimos
averiguando la manera de burlar el Exilio e ir regresando a la Tierra. Todo
esto sucedió tras las primeras escapadas que solo podíamos hacer mediante
invocaciones que nos hicieran, aprendimos a salir y el cerco fue más débil;
desde la época del antiguo Egipto todos los Caídos excepto los Exiliados pueden
pasar del plano del Abismo al plano de la Tierra.
Habitábamos entre los hijos de Set sin interferir mucho en
sus actos, a veces ayudábamos a nuestros servidores cuando era extremadamente
necesario, aunque no todos están permanente en la tierra ya que la mayoría de
nosotros esta en el Abismo custodiando a los Exiliados pero pueden salir
libremente a la Tierra.
Y llevamos siglos ocultándonos entre los hijos de Set para lograr
nuestro objetivo y continuar protegiendo a quienes fueron la causa de nuestra
caída, de la que aún con lágrimas en los ojos no nos arrepentimos.
Algo que a muchos podría sorprenderles es que nuestros
cuerpos entre los hijos de Set siguen las mismas normas biológicas que los de
los humanos; aunque nuestro cuerpo angélico siga con el aspecto de la Ciudad de
Plata.
Pero nuestro cuerpo autentico solo puede ser destruido con armas angélicas o con el poder del Padre.
Voy a describir como es nuestra forma angélica: Todos poseemos alas y nuestro cuerpo angélico es energía pura,digamos que lo más parecido que tienen a nuestra forma autentica el resto de las criaturas de la creación es el alma; que es también su cuerpo astral. Esa forma energética es lo que nos permite cruzar entre planos; incluso atravesando el tiempo y el espacio.